¿Cuáles son los orígenes históricos de la ciudad de Cusco en Perú?¿Cuáles son los orígenes históricos de la ciudad de Cusco en Perú?


¿Cuáles son los orígenes históricos de la ciudad de Cusco en Perú?

Historia de Cusco: 

 

Aquí, más que en cualquier otro lugar, el sincretismo peruano está en su apogeo. El corazón del Imperio Inca hace 500 años, es también un gran centro de arte sagrado, con la escuela cusqueña, cristiana, ... ¡tan española! Los edificios en sí son una mezcla intrínseca de las dos herencias, las representaciones artísticas mezclan la chicha y el cuy en la Última Cena... La historia de la ciudad de Cusco es extremadamente rica, y resume las diferentes etapas de la evolución del Perú.


La fundación de la ciudad es objeto de una leyenda, la de Manco Inca y su esposa Mama Oclla, que salieron de las aguas del lago Titicaca y fueron enviados por el dios Viracocha para encontrar la tierra en la que se enterraría el cetro de oro, el que vería expandirse el corazón de una gran y poderosa civilización. El nombre "Cusco" viene de la palabra quechua "Qosqo", que significa "ombligo del mundo". Para los Incas, esta ciudad era nada más y nada menos que el centro del Universo. Tras siglos de desarrollo lento y desigual, el Inca Pachacútec inició intensas reformas urbanas en 1438: de una pequeña ciudad provincial hecha de paja y barro seco, transformó el Cusco en una dinámica ciudad de primera importancia, la orgullosa capital de un imperio que abarcaba la mitad del continente sudamericano. En primer lugar, reorganizó los planes urbanísticos de la ciudad: la reconstruyó en forma de puma, el animal sagrado de la religión andina, siendo la cabeza la ciudadela de Sacshayhuaman y el cuerpo, la plaza principal de Haucaypata. Luego desarrolló la agricultura en los alrededores de la ciudad, gracias a la construcción de numerosos acueductos y terrazas agrícolas, como el sitio de Tipon o Moray. Finalmente, con la organización administrativa del imperio, Pachacutec unificó las diferentes versiones de la cultura y la religión andinas, impuso el quechua del Cusco en todos los territorios anexos y la religión incaica se impuso y se mezcló con las tradiciones locales. Y hace de Cusco una gran ciudad espiritual: los 15.000 habitantes de la ciudad son en su mayoría nobles, sacerdotes y sirvientes. Las ceremonias y rituales son objeto de incesantes peregrinaciones desde los cuatro rincones del reino. Cusco se ha convertido en EL centro político, administrativo y cultural, y en el eje central que dirige la vida religiosa del continente. 


 Setenta años es el tiempo durante el cual Cusco ha saboreado la gloria. La influencia de la ciudad más importante de Sudamérica se vio truncada por la llegada de los españoles y la profanación y saqueo de estos invasores de piel extraña. Todos los esfuerzos de destrucción y aniquilación se concentraron en el Cusco, porque sabían que el símbolo de su triunfo sería la captura de la ciudad imperial. El choque es intenso para esta civilización que parecía estar sólo al principio de su expansión y gloria. 


Durante mucho tiempo, bajo el dominio español, Cusco siguió siendo un lugar importante. Para los españoles, es allí donde las nuevas reglas coloniales tuvieron que imponerse con mayor dureza y donde la religión cristiana tuvo que imprimirse con mayor fuerza: la imagen de la nueva dominación tuvo que transmitirse en el centro más alto de la civilización incaica (de ahí la construcción de la iglesia de Santo Domingo en el Qoricancha, o la catedral en el palacio incaico). Simbólicamente, es necesario convertir el corazón del imperio para tener todo el imperio a sus pies. Por otro lado, para los nativos es el lugar catalizador de las reivindicaciones: la reivindicación que más ha marcado la historia colonial es la de Tupac Amaru II en 1781. Estos meses de lucha fueron contagiosos en las provincias, y el orden colonial se vio verdaderamente sacudido; de ahí la crueldad sin parangón de la represión. Además, el Cusco mantenía en ese momento un papel crucial como cruce comercial, entre Lima (el único puerto oficial de América del Sur a Europa) y las minas de plata de Potosí. 


Pero con el Imperio Inca finalmente enmarañado, el desarrollo de la nueva capital en la costa y la obsesión de los conquistadores con las riquezas del Cerro Rico de Potosí, Cusco inevitablemente cayó en el olvido. Se convierte en una ciudad provincial como cualquier otra, y se ve desafiada por el desarrollo económico de ciudades más jóvenes como Arequipa o Iquitos. Sólo saldrá de su letargo con el "redescubrimiento" de Machu Picchu en 1911 por Hiram Bingham (y la publicación de su libro "La Ciudad Perdida de los Incas"). A finales del siglo XX, el Estado peruano y la región de Cusco invirtieron enormes sumas de dinero en infraestructuras turísticas, y poco a poco la avalancha de turistas invadió las calles pavimentadas con piedras y balcones de madera tallada, maravillándose ante los restos incas y dando un motivo de orgullo a la ciudad y a sus habitantes tras décadas de una historia traumática.

También hay que destacar los numerosos terremotos que destruyeron los edificios coloniales pero que no afectaron a los cimientos incas: ¿venganza de los dioses o simplemente una técnica arquitectónica más apropiada? En cualquier caso, el resultado es la imagen del Señor de los Temblores, protector del Cusco y su excepcional patrimonio. 

 

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