A 5.822 m, domina toda la ciudad como un guardia gigante. Es relativamente fácil de acceder, dada su altura. Sin embargo, es esencial estar equipado con un buen equipo, arpones, picos, etc. Hay varias rutas posibles. El ascenso toma un día completo, desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche. En la cima, una cruz de hierro de 10 m de altura le da la bienvenida, y abajo, un cráter amarillo arroja azufre, una expresión de la vida de este volcán aún en actividad.