Es uno de los sitios que se encuentran a la salida de Cusco, en el camino al Valle Sagrado de los Incas, un poco fuera de la carretera principal. Hay tres grandes terrazas de piedra tallada, conectadas por escaleras y muros circundantes grabados con diferentes motivos relacionados con la religión de los Incas. Además, Tombamachay debe su apodo de Baño del Inca al manantial natural de agua que brota de la segunda terraza a un baño ceremonial de piedra; los incas se habrían desviado de los manantiales circundantes para suministrar agua a este centro.