Los comerciantes vienen de todas las tierras altas alrededor de Huaraz para vender, en el suelo o en pequeños puestos, sus productos locales. Siendo en su mayoría campesinos rurales, las tradiciones de la ropa siguen muy vivas y muy fuerte como: faldas de colores y pelo trenzado bajo un sombrero de fieltro para las mujeres, gorras multicolores; para los hombres, y es como estar en el medio de una postal. El ambiente es simple y agradable.