Titicaca. Este nombre ha sido el sueño de más de un viajero. Grabado en nuestro inconsciente colectivo como el destino final de Misterio y leyendas, la realidad no tiene nada que envidiar al sueño. Contrastes entre el azul profundo del agua y el azul claro del cielo, entre el azul claro y el azul oscuro del agua de los 3812m de altitud, y la sombra de las colinas circundantes, entre la tierra roja y hierba seca, es fácil entender por quélos hombres que le han rodeado a lo largo de los años le han atribuido una dimensión mística y divina. Fue en sus costas donde el nacimiento demuchas civilizaciones precolombinas: los Urus, ahora extintos,los líderes militares aymaras que establecieron su base allí, y luego los Incas, que pensaron que los fundadores de su civilización, Titi y Caca, el hombre y mujer, salió de las aguas del lago para fundar el Imperio Inca. La leyenda de El Dorado y un tesoro de oro enterrado bajo las aguas ha provocado numerosas excavaciones en las profundidades del lago: se dice que el rescate del el último emperador Atahualpa, a quien sus súbditos habrían vertido en el río, desde la desesperación, después de su ejecución, seguiría en el fondo del mar. El Comandante Cousteau incluso realizó varias expediciones submarinas, pero en vano. Los impresionantes restos de las islas del lago son también un sueño hecho realidad... En resumen, su escurridizo encanto y las leyendas que se susurran continúan para hechizar a los viajeros que pasan.