En lo alto de los jardines agrícolas, esta torre de vigilancia con techo de paja ofrece una vista sorprendente del sitio y de los caminos que conducen a él. A su lado, la roca funeraria es una roca extrañamente tallada que habría servido como un altar de sacrificio. Es desde esta casa del Guardián que se observa y se fotografía la famosa vista de Machu Picchu.